miércoles, 5 de septiembre de 2012

LA PALABRA CON LA QUE DIOS ME RETUVO


Salmo 37:1-6


No te irrites a causa de los impíos ni envidies a los que cometen injusticias;

Porque pronto se marchitan,  como la hierba; 

 Pronto se secan,  como el verdor del pasto. 

 Confía en el Señor y haz el bien; 

 Establécete en la tierra y manténte fiel.

Deléitate en el Señor, 

 y él te concederá los deseos de tu corazón. 

Encomienda al Señor tu camino; 

 Confía en él,  y él actuará.

Hará que tu justicia resplandezca como el alba; 

 Tu justa causa,  como el sol de mediodía.